La mayoría de nosotros lleva el móvil consigo a todas horas y en todas partes. Y obviamente esto supone mucho desgaste: rayones, caídas fortuitas, dejarlo al sol o cerca del agua, no poner atención a las cargas de batería…
El móvil, aunque ya se ha integrado totalmente en nuestra vida y nuestras tareas diarias, sigue siendo un dispositivo delicado – y como tal merece algunos cuidados.
En mi artículo de Consumer de esta semana te explico algunos trucos para evitar esos antiestéticos rasguños en la pantalla, alargar la vida útil de la batería y evitar que antes de un año tengas que renovar el móvil (que es la media de tiempo en España). Y llegado el momento, además, también hay formas de aprovechar un móvil viejo que ya no podemos usar como tal.