Análisis: Wii U

El unboxing

Nada más sacarla de la caja, vemos que a consola en sí no tiene un gran tamaño. Es sólo un poco más grande que la Wii, y el transformador tampoco es excesivo . He leído análisis de la Wii U donde se quejaban del tamaño del mismo, pero realmente no es para tanto. El de la Xbox, por ejemplo, es el doble de grande.

La consola se puede colocar tanto tumbada como de pie, y para esta última posición se facilitan (sólo en el pack Premium, eso sí) un par de piezas de plástico a modo de caballete. Otra cosa que incluye el paquete de la Wii U (en sus dos versiones, Basic y Premium), y que es todo un detalle que ninguna otra consola cumple, es el cable HDMI necesario para conectarla a la televisión. Una conexión de alta definición con soporte hasta 1080p que, por otra parte, marca una enorme diferencia con los gráficos de la vieja Wii. Eso sí, o bien usas guantes para manejar la consola en todo momento, como hizo el señor Iwata en su unboxing de Wii U, o el acabado brillante de la consola hará que queden huellas de dedos por todas partes desde el momento en que la tocas por primera vez.

La otra pieza central del contenido de la caja de la Wii U es, por supuesto, el mando: el GamePad. Mi impresión personal nada más verlo es que era bastante más grande de lo que me esperaba, pero a medida que han pasado los días y he jugado con él, no se me ha hecho ni demasiado pesado ni demasiado grande para jugar. 

Todo lo contrario, para según qué juegos se agradece tener esa pantalla táctil de 6,2 pulgadas. El gran incoveniente del GamePad, en mi opinión, es su escasa duración de batería: 3 horas. Algunos podrán decir que es más que suficiente para jugar, pero si estás acostumbrado a la duración de los mandos de otras consolas, se hace realmente corto. Y no digamos si estás en plena partida con un grupo de amigos – 3 horas se quedan en nada.

Esa lucecita roja que se enciende demasiado pronto…

Por eso decía antes que la base de carga que viene en el pack Premium es un gran complemento. Te permite poner a cargar el mando con sólo dejarlo reponsando allí: no hace falta buscar el cargador entre una maraña de cables, ni enchufarlo, ni nada. Lo dejas ahí al lado de la consola, en su base, y listo.

Puesta en marcha

Pero vayamos a lo interesante: ¿cómo es la Wii U una vez la enciendes por primera vez? Para los que hayáis probado una Wii, notaréis un «ambiente familiar» en cuanto a diseño de menús y funcionalidades: un panel de control cuadriculado con una aplicación en cada cuadrado, acceso a Internet con el navegador web, creador de Miis, opciones de configuración, etc. Puedes incluso importar los Miis que ya tengas creados en tu Wii.

Antes de todo esto, eso sí, tienes que cumplir con dos requisitos ineludibles: primero, cargar el GamePad por primera vez; y segundo, descargar un parche de actualización del sistema de unos 5 GB que puede tardar bastante tiempo, dependiendo de tu conexión. Pero ya se sabe: las ganas de jugar a una consola son directamente proporcionales al número y tamaño de los parches que tengas que bajar. Y esto es algo de lo que pecan todas.

¡A esperar tocan!

En los primeros momentos de uso de la consola, tras haber cargado el GamePad, bajado el parche, creado tu Mii y configurado tu cuenta de Nintendo Network, es todo un poco confuso. Confuso en el sentido de que teniendo en tus manos un mando con pantalla propia, no sabes muy bien dónde mirar en cada momento, y temes estar perdiéndote algo si miras donde no toca. Pero la confusión se pasa enseguida: el GamePad se compenetra perfectamente con cada menú, cada opción, cada juego. A veces reproducirá exactamente lo que hay en pantalla, a veces funcionará como un complemento, a veces será sólo un simple mando. Tiene un uso y una utilidad diferente para cada momento, y después de un rato con la Wii U te olvidas de esa confusión inicial, y el mando deja de parecerte tan grande.

El GamePad lleva además un stylus como el de las Nintendo DS, y dado que muchas de las interacciones sociales en Wii U permiten que dejes mensajes manuscritos, resulta la mar de práctico. De hecho, este pequeño lápiz de plástico ha animado la vena creativa de muchos usuarios de Wii U, que no dudan en expresar sus opinones sobre algún juego con un bonito dibujo al respecto.

El aspecto social de Wii U

Ya que hablamos de interacciones sociales, la Wii U está muy orientada en esa dirección. No sólo como una consola ideal para partidas con grupos de amigos, como ya lo es la Wii, sino también por sus numerosa opciones para compartir mensajes, saludos, ideas, comentarios y lo que quieras con otros usuarios de Wii U en el llamado MiiVerse – el «mundo virtual» donde se relacionan los Miis.

MiiVerse es la red social de la Wii U; un lugar donde podrás intercambiar mensajes, dejar tu opinión sobre los videojuegos que estés probando, compartir trucos y consejos para pasarse los niveles más difíciles y mucho más.

Ale, otra vez me quedé sin vidas en el juego de Donkey Kong

En MiiVerse puedes tener seguidores y seguir a gente (algo parecido a Twitter), además de añadir gente a tu lista de amigos para tener un contacto más cercano con ellos – por ejemplo con la función de videoconferencia en el Wii U Chat. Por suerte, lo amigos se identifica con un nombre personal – no un largo e incómodo número, como ocurre en la Wii o en la Nintendo DS.

Miiverse cuenta con foros especializados para cada título de Wii U, y si además activas la opción correspondiente, se integra con los juegos para poder dejar comentarios o leer las opiniones de otros jugadores sin abandonar la partida.

Nintendo Land, la feria de juegos

Y hablando de juegos, uno de los grandes atractivos del pack Premium de Wii U es el juego Nintendo Land, que viene incluido en el mismo. Nintendo Land viene a ser para Wii U lo que en su día era el Wii Sports para Wii: una colección de mini-juegos que se pueden disfrutar solo o en compañía, y que están pensados para familiarizarte con todas las posibilidades de tu nueva consola antes de pasar a juegos más «complicados».

Nintendo Land te da acceso a una enorme plaza a modo de feria de atracciones, desde donde puedes acceder a 12 juegos diferentes. La primera vez que lo ejecutas tienes que escuchar las explicaciones de un asistente, Monita, que puede hacerse un poco pesada. Pero una vez aprendes los conceptos básicos de la plaza, tienes total libertad para moverte por ella. Puedes examinar a los visitantes de la plaza (los Miis de otros jugadores), publicar un mensaje para saludar a la gente o elegir uno de los juegos para echar una partida.

Dando una vuelta por la plaza…

En Nintendo Land tienes de todo: desde juegos que ponen a prueba tu rapidez de reflejos y puntería, como Ninja Castle o Battle Quest, hasta juegos de trepidantes carreras como Twister Race, pasando por puzzles de habilidad como Donkey Kong’s Crash Course. También hay divertidas persecuciones en Mario Chase y Luigi’s Ghost Mansion – y sí, como puedes ver muchos de ellos toman personajes clásicos de Nintendo.

Aquí, a punto de jugar al Battle Quest con mi disfraz de Link

Los juegos de Nintendo Land están pensados para jugar solo o en grupo; algunos de ellos requieren al menos dos jugadores, pero otros se pueden jugar en solitario sin problemas. En el caso de partidas en grupo, un jugador lleva el GamePad mientras que los demás se mueven con Wiimotes (el mando de la antigua Wii).

Conclusión

En definitiva, ¿me ha gustado la Wii U? La respuesta es sí. Tengo que reconocer que mis expectativas no eran demasiado buenas. Me la imaginaba como una Wii de las antiguas envuelta en una carcasa nueva, sin nada más. Y tampoco tenía muy claras las ventajas del GamePad.

Pero la Wii U es una brillante evolución de la Wii, que ha sabido por fin adaptarse a los nuevos tiempos (¡por fin en HD!) al tiempo que mantiene el espíritu de una consola que, en muchos de sus títulos, está pensada para el juego social en grupo. La Wii U tiene ese «toque Nintendo» que nos entusiasma a millones de jugadores en todo el mundo: menús sencillos y coloristas (casi tirando a infantiles, sin que eso suene peyorativo), y un catálogo de videojuegos divertidos que, en su mayoría, huyen de la violencia y ponen a prueba nuestros reflejos, rapidez de respuesta y equilibrio.

¿Y qué hay del GamePad? Salvando el punto débil de la batería, lo cierto es que en un par de horas de uso ya te has acostumbrado a él. No parece ni tan grande ni tan pesado. Se complementa tan bien con la consola y con los juegos que lo ves como una extensión natural de tu mano. Y los juegos de Nintendo Land ya nos dan una pista de lo muchísimo que puede dar de sí la idea de compaginar la pantalla de la tele con una pantalla independiente; tengo mucha curiosidad por ver cómo van a aprovechar esto los desarrolladores de videojuegos.

En definitiva, la Wii U merece la pena por muchas razones: porque siempre has sido fan de Nintendo, porque sueles invitar a amigos a casa y os gusta compartir ratos de juego, porque ya tienes una Wii y quieres mejorarla… Eso sí, mi consejo es hacerse con el pack Premium, aunque sea más caro, porque esa diferencia de precio realmente compensa. Y recuerda que si ya tienes una Wii, puedes aprovechar los Wiimotes – y también los juegos, ya que Wii U es compatible con ellos.