En inglés, fidget significa «estar inquieto» o «moverse nerviosamente», y se refiere a esas personas que no paran quietas en todo el día: que si moviendo las piernas, que si dándole al botoncito del bolígrafo o toqueteando esa piedra de superficie tan gustosa. Y este gadget viene a, de alguna forma, resolver esas necesidades.
El Fidget Cube es precisamente eso: un pequeño cubo de vinilo pensado para llevar siempre encima o tener sobre el escritorio, y que incluye todos esos elementos que proporcionan una sensación agradable a quien los usa: interruptores para activar o desactivar, botoncitos para apretar, ruedas para girar, superficies que acariciar…
Cada uno de los lados del Fidget Cube tiene un elemento diferente, y además está disponible en ocho colores.
No te equivoques: el Fidget Cube en sí no hace nada. Es decir, cuando le des a un interruptor o aprietes un botón no sonará nada, ni se encenderá ninguna luz, ni nada por el estilo. Esas cosas están ahí por el mero gusto de usarlas, no porque hagan algo.
Lo más impresionante de este gadget es que su campaña de financiación en Kickstarter llegó a acumular más de seis millones de dólares (que se dice pronto). Hoy en día el producto ya es una realidad, así que si quieres probar todos los interruptores del Fidget Cube, puedes hacerlo por 10 dólares (unos 8,6 euros) comprándolo en su web oficial.