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Cada vez se pueden ver más palos de selfie, pero no siempre son la mejor opción para hacer esa foto perfecta. De hecho en algunos museos los están comenzando a prohibir porque pueden resultar peligrosos para las obras expuestas – y para los propios visitantes.

Ahora llega una opción diferente y original para poder hacer los mejores selfies. Se trata de Podo, que podríamos describir como una cámara inalámbrica que se pega en cualquier superficie y que podrás controlar con una app en tu smartphone.

El funcionamiento es sencillo: enganchas el cubo de Podo en una pared (o donde te apetezca) para conseguir el mejor ángulo para la foto, y tomas la foto desde tu móvil. Entre otras cosas, aumenta las posibilidades creativas al poder tener más distancia de la que te da el palo de selfie, y además evita que aparezca el propio palo en la foto.

La principal novedad de Podo es precisamente la superficie adhesiva que presenta. No es pegamento o algo tipo «blue tac», con lo que no irá perdiendo capacidad de pegado con el tiempo. Se trata de una superficie especial que se ha cubierto con miles de pequeñas ventosas, lo que permite que se pegue de forma segura en casi cualquier superficie – excepto las más irregulares. Y con lavarlo un poco de vez en cuando podrás volver a tenerlo como nuevo.

La cámara en sí tiene 8 MP y es capaz de grabar vídeo a 720p, hasta que se llene su memoria interna de 4 GB. Funciona con una batería recargable e incluye iluminación LED que hace de flash, así como un acelerómetro para detectar orientaciones.

La app que se incluye permite realizar exposiciones dobles, disparo en modo ráfaga, grabar timelapses o crear GIFs animados, entre otras cosas.

Si te suena interesante puedes apoyar el proyecto en Kickstarter. En realidad ya han superado ampliamente el dinero al que aspiraban, y eso que todavía quedan unas cuantas semanas para finalizar.