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Análisis: nuevo MacBook Retina 12″ 2016

Apple renovó el MacBook en marzo de 2015, presentando un dispositivo con pantalla Retina,  ultrafino (más delgado incluso que el MacBook Air) y con un solo puerto de conexión: el polémico USB-C. En ChicaGeek pudimos probarlo unas semanas después, y nos pareció un portátil excepcional y revolucionario, siempre y cuando tengas en cuenta que se trata de un producto especializado con el que tienes que tener claro qué estas comprando y qué uso le vas a dar.

Pero ésa no es la última generación de MacBook presentada por Apple. Apenas un año después, en abril de 2016, la compañía presentó una nueva gama de su portátil equipados con procesadores Intel Core M, mejoras en la batería y un nuevo color: oro rosa. Y éste es precisamente el modelo que hemos podido probar en ChicaGeek.

Es la primera vez que un Mac está disponible en este color, en el que ya puedes encontrar otros dispositivos de la marca como el iPhone, el Apple Watch o el iPad. Y aunque personalmente nunca he sido muy de rosa y en general me parece un color bastante cursi, tengo que reconocer que a los gadgets tecnológicos este color les sienta bastante bien. No en vano, este portátil tiene bastante tirón entre el público femenino, pero diría que el color no es lo único que influye en esto.

 

Un portátil, portátil de verdad

Como decía antes, no es el primer MacBook de reducidas dimensiones al que hemos tenido acceso, pero su tamaño no deja de sorprender. Es el Mac más fino y ligero hasta la fecha: 13,1 milímetros de grosor, y no llega al kilo de peso. A veces tienes la sensación de llevar un iPad en la mano, más que un MacBook. En serio, tengo libros que pesan más que eso.

Arriba, un iPad Pro. Abajo, el MacBook.

Es realmente el portátil idóneo si eres un profesional todo el día en movimiento: periodista freelance que cubre eventos de prensa, directivo de empresa con desplazamientos constantes, bloguero especializado en viajes… cualquier ocupación en la que tengas que ir cargando con el ordenador a cuestas de un lado a otro. En esos momentos es cuando más agradecerás el hecho de que este MacBook sea poco más que una libreta en cuestión de peso y dimensiones. Simplemente impresionante.

Y por supuesto, uno de los elementos vitales en este tipo de situaciones es tener una batería que aguante lo suficiente para no tener que estar pendiente de los enchufes. En ese aspecto, esta nueva gama de MacBook no defrauda. Si la autonomía de la generación anterior ya era extraordinaria, con esta nueva versión Apple asegura proporcionar hasta 10 horas de duración.

En mis pruebas he podido pasar perfectamente de las 9 horas sin necesitar un enchufe, con tareas de todo tipo: navegación web, redacción de artículos, edición de imagen, etc. Entiendo que si te dedicas a tareas más pesadas en cuestión de recursos (como por ejemplo, edición de vídeo) la autonomía se puede reducir, pero tampoco creo que este Mac sea el adecuado para según qué tareas.

Una detalle que no me ha convencido de la batería, eso sí, es no tener un pequeño indicador LED en el cargador que me muestre cuando está cargada, tal y como el que tienes en el MacBook Air, por ejemplo. Así no hay forma de saber cuándo se ha terminado de cargar la batería.

 

Más vale portabilidad que potencia

Decía antes que no creo que este MacBook sea el idóneo para determinadas tareas. Porque, aunque esta generación cuente con nuevos procesadores (Intel Core M de sexta generación y doble núcleo de hasta 1,3 GHz) y un almacenamiento flash más rápido en su disco duro SSD, no lo veo como la máquina adecuada para cosas como edición de vídeo 4K o retoque fotográfico profesional con fotografías gran tamaño.

No me malinterpretes; no es que el ordenador no pueda con ello ni mucho menos, sino que simplemente no dará la respuesta que Apple quiere que obtengas con sus dispositivos: rápida, precisa y sin problemas. Para ello, ya cuentas con una línea de portátiles de prestaciones avanzadas como son los MacBook Pro.

En el caso de estos MacBook ultrafinos, Apple ha dado prioridad a la portabilidad por encima de la potencia. Ha creado un dispositivo que sirve para las tareas que la mayoría de nosotros hacemos con el ordenador (Internet, ofimática, edición light de fotos o vídeos), con una batería de 10 horas y menos de un kilo de peso. Y a mí ya me parece una buena decisión.

 

Teclado y trackpad innovadores – hay que acostumbrarse a ellos

Los dos elementos que más llaman la atención de este Mac (además de la pantalla, de la que hablaré más adelante), son el teclado y el trackpad, ambos introducidos con la anterior generación del MacBook.

Por un lado, el teclado utiliza el denominado mecanismo de mariposa, que ocupa menos espacio (indispensable para que cupiera en esta finísima carcasa de metal unibody) y es más preciso respondiendo a las pulsaciones. Las teclas, además, son algo más anchas y tienen una ligera curvatura que hace que apoyes el dedo mejor.

Sí, todo está pensado para que teclees mejor, más rápido y con menos errores, pero en la práctica, como todas las cosas nuevas, lleva su tiempo acostumbrarse a él. Resultado: los primeros días notarás una sensación rara al teclear (algo así como intentar apretar las teclas más de lo que realmente hace falta), y tendrás tendencia a equivocarte más de lo normal – a mí al menos me pasaba. Pero nada que no se solucione con unos días de «entrenamiento». A la larga, de hecho, es bastante cómodo.

El trackpad, por otro lado, es el Force Touch introducido también en la generación de MacBooks anteriores, con la característica de que toda su superficie es sensible al clic por igual – no como sucede con otros trackpads, donde es más difícil hacer clic según te acercas al teclado.

Y no sólo eso, sino que además es sensible a diferentes grados de presión (como el 3D Touch del iPhone 6) y al estar dotado de un motor táptico, puede responder con señales táctiles y pequeñas vibraciones cuando haces alguna operación concreta.

Igual que al teclado sí que me costó un poco acostumbrarme, con el trackpad no tuve problema alguno desde el primer día (excepto, claro está, cambiar la dirección de scroll, una manía mía). Por lo demás, sigue siendo el trackpad más cómodo, sensible y preciso que he probado nunca.

 

Diseño y pantalla Retina, los factores diferenciales

He mencionado varias veces detalles del diseño de este MacBook a lo largo del texto, pero es que no deja de asombrarme la tecnología que Apple ha sido capaz de integrar en un dispositivo de este tamaño. Y otra característica impresionante de la misma es la pantalla Retina.

Con un tamaño de 12″ y una resolución de 2.304 x 1.440 píxeles, el nivel de nitidez, luminosidad y colorido de la pantalla es sencillamente impresionante. Las aplicaciones, las fotos, los vídeos… cualquier cosa que visualices en ella luce en todo su esplendor.

Con esa nitidez y el grosor de 0,88 milímetros, parece que la cosas estén ahí delante de tus ojos, y no tras un cristal. Es ese tipo de cosas a las que no das mayor importancia («bah… una pantalla que se ve mejor, pues vale») pero que luego echas de menos en cuanto vuelves a un dispositivo que no tiene Retina.

Otro elemento que me fascina del diseño del MacBook es su absoluto silencio. Ya sea trabajando con ordenadores de sobremesa o portátiles, seguro que alguna vez has tenido que «sufrir» los zumbidos del disco duro o del ventilador – y se alargan, puede llegar a ser bastante molestos.

Con este MacBook no tendrás ese problema. Gracias a la ausencia de ventilador y de partes móviles, este portátil es totalmente silencioso. Sólo tú y tu trabajo – bueno, y si quieres un poco de música, pero sin los molestos zumbidos del ventilador como sonido de fondo.

Eso sí, un diseño tan fino implicaba renunciar a algunas cosas, como tener más puertos de conexión. De hecho, este MacBook sólo tiene uno, el USB-C. Personalmente, al probarlo pensaba que me daría más problemas, y que me encontraría en más situaciones en las que echaría de menos tener más de un puerto. Pero nada más lejos de la realidad.

Sólo hubo algunos momentos en que realmente necesité otro puerto (por ejemplo, cuando quería cargar el iPhone usando el portátil, pero éste estaba enchufado a su vez), pero no me supuso mayor trastorno que eso. Es más, el pack de prueba del portátil incluía un adaptador para poder conectar más de una cosa al USB-C y ni siquiera abrí la caja, porque no lo necesité.

Eso no quita que me parezca un poco faena, porque según los dispositivos que uses con el portátil o dónde lo lleves, echarás de menos algún puerto USB, una salida DVI o incluso una ranura para tarjetas de memoria SD. Todo esto está disponible mediante adaptadores, pero sinceramente, es un poco rollo tener que depender de más cables y más conectores. Es el precio (extra) a pagar por disfrutar de este pequeñín, me temo…

 

Conclusiones

Después de haber probado el MacBook de 2015, a primera vista esta nueva generación no parece traer grandes cambios – pero eso es sólo la impresión exterior. Las novedades están por dentro, con un procesador más potente, una velocidad de lectura y escritura en disco más rápida, y mayor autonomía.

Todo ello, claro está, sumado a lo que ya teníamos en el anterior MacBook: nuevo teclado, trackpad Force Touch, pantalla Retina y un diseño simplemente espectacular: 13 milímetros de grosor, 900 gramos de peso.

Ahora, ¿es un portátil para todo el mundo? No, definitivamente no. Es un dispositivo diseñado con la movilidad y la portabilidad como sus principales bazas, con sus limitaciones propias en cuanto a rendimiento y potencia para tareas muy complejas.

¿Serviría como ordenador principal? Probablemente sí. Me queda la duda de si sería cómodo trabajar todo el día con una pantalla de 12″ (quienes usan un portátil como único ordenador suelen conectarlo a un monitor externo), pero por otro lado sería una pena renunciar a esa pantalla Retina… No obstante, si tu trabajo no supone tareas que requieran de mucha potencia, con este MacBook, en términos de características de hardware, vas bien servido.

Sin embargo, en mi opinión, el MacBook es perfecto como portátil adjunto a ordenador de sobremesa, como segundo ordenador para quienes suelan desplazarse mucho y necesiten trabajar desde cualquier sitio para aprovechar cualquier ratito de espera. Ahí es donde este Mac se convertirá en tu compañero inseparable. Y créeme, con el modelo oro rosa llamarás la atención de más de uno…

El nuevo MacBook de 12″ de 2016 está disponible en la web de Apple (¡en otros colores también!) a partir de 1.449 euros.

 

chicageek

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Tags: applemacbook

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