La versión original de The Legend of Zelda: the Wind Waker se puso a la venta para la consola Nintendo Gamecube en Europa en mayo de 2003. Diez años más tarde tenemos la oportunidad de jugarlo de nuevo (o por primera vez) en alta definición, en forma de este Wind Waker HD para Wii U.
El juego tiene lugar en un grupo de islas, por lo que una parte del tiempo lo pasas viajando entre las islas. Esto, que nos puede parecer de lo más normal ahora, supuso toda una novedad para lo habitual en un juego de Zelda en su día. El juego además hereda los cambios en el control que introdujeron los anteriores Ocarina of Time y Majora’s Mask, siendo especialmente apreciado el sistema de selección de objetivos.
Los años le han sentado muy bien al juego y el tratamiento HD consigue dar una nueva vida al característico aspecto de cel shading que tanto diferenció el aspecto de de este Zelda de otros títulos de la saga. Tengo que reconocer que antes de jugarlo esperaba encontrarme el clásico remake de un juego al que le cuesta ocultar su antigüedad, pero lo cierto es que aunque nunca jugaras al Wind Waker original, te encontrarás con uno de los juegos más entretenidos de Zelda, y ciertamente uno que consigue llevar más que bien el paso de los años.
Revive los elementos clásicos de Zelda
Como sucede con otros tantos títulos de la saga Zelda, en el juego vas recorriendo el mapa, conociendo personajes y consiguiendo algunos objetos clave, y con todo ello poco a poco podrás completar las mazmorras del juego; estas mazmorras podrían definirse como una especie de nivel especial dentro del juego, con una buena mezcla de puzzles y de lucha, que pondrán a prueba tu capacidad de observación.
El combate sigue siendo también uno de los puntos fuertes del título. Además de usar muy bien el sistema de seleccionar objetivos, también contarás con muchas opciones extra como desarmar a tu enemigo, desorientarlo o lanzar golpes especiales. Una vez que aprendas las mecánicas del juego podrás decidir cómo abordar los enemigos usando todas estas diferentes tácticas.
El juego ha recibido una buena dosis de cariño técnico por parte de Nintendo a la hora de hacer esta nueva versión y eso se nota. No se trata sólo de darle mayor resolución, sino que se han ajustado varios aspectos gráficos (como las capas de neblina o la paleta de colores) y además se han añadido sutiles cambios en la jugabilidad que hacen más llevaderos algunos de los momentos más pesados del original, sobre todo en una de las últimas aventuras del juego.
También se aprovecha la pantalla táctil del mando de la Wii U, que podrás usar por ejemplo para gestionar el inventario y asignar funciones a los botones. Para algunas de las armas del juego también se aprovechan los giroscopios que incluye el mando.
No es únicamente lo que se añade
No se trata sólo de las novedades, sino también lo que se ha quitado o mejorado. Por ejemplo, una de las últimas aventuras del juego se ha hecho mucho menos pesada que en el original. El sistema de navegación se ha simplificado considerablemente, para que puedas enfocarte en la aventura y no en las partes más aburridas de la mecánica original del título.
Como en todo juego de Zelda que se precie, en Wind Waker volverás a tener elementos de exploración y de resolver puzzles, además de enfrentarte a los enemigos más variopintos. El juego consigue reunir los ingredientes clásicos que hacen que jugar a Zelda tenga esa mezcla de acción y emotividad.
Quizás los fans más acérrimos de la saga Zelda encontrarán este juego un poco demasiado simple y fácil. Pero si no tuviste la oportunidad de jugarlo en su versión original de Gamecube, podrás disfrutar ahora de una apasionante aventura con elementos de rol y entender por qué Zelda es una saga que perdura con tan buena salud en el tiempo.
Conclusiones
The Legend of Zelda: The Wind Waker HD es un remake hecho con amor de un juego que ya era bueno para muchos. Si nunca tuviste la ocasión de probar el original de Gamecube, dale una oportunidad y descubrirás una aventura encantadora a la que Nintendo ha sabido dar pinceladas de modernidad con gran acierto.