No hace mucho veíamos un set de pegatinas con las que podías convertir tu nevera (o cualquier otro eletrodoméstico con la forma adecuada) en un Game Boy a tamaño gigante. Desafortunadamente eran sólo eso, pegatinas, así que aparte de decorar no podías hacer nada más.
Supongo que esto le supo a poco a un estudiante llamado Daniel d’Entremont, que ni corto ni perezoso se lanzó a este fantástico proyecto de bricolaje geek: convertir una nevera en un auténtico Game Boy – es decir, uno con el que realmente puedes jugar.
El curioso invento de Daniel, que él ha llamado Cold Boy, funciona gracias a una Raspberry Pi 2, y aunque gran parte de su puerta tuvo que ser eliminada para poder encajar la pantalla donde se juega, la nevera sigue funcionando como tal, y puede enfriando tus bebidas perfectamente mientras intentas capturar todos los pokémons.
Al parecer todo el proyecto le llevó sólo 9 horas (poco me parece, la verdad). Lo curioso del tema es que Daniel está estudiando Historia del Arte, vamos, nada que ver con neveras, ordenadores o videojuegos. Quizás debería plantearse estudiar también algún tipo de ingeniería, viendo la habilidad que tiene para estas cosas…