La mayoría de la gente no se lo piensa mucho a la hora de elegir su contraseña para una cuenta online de una red social, un cliente de correo o cualquier otro servicio online. Y claro, así luego pasa que las contraseñas más usadas son «123456» o «password», y no sólo eso, sino que además se usa la misma para varios servicios.
Pero claro, ¿cómo vas a recordar una contraseña diferente y segura para cada utilidad, servicio o web que te pida una? La solución es usar un gestor de contraseñas: un programa donde puedes guardarlas todas, protegidas mediante algoritmos de cifrado y una contraseña maestra – la única que tendrás que recordar.
Veamos con un poco de detalle qué son los gestores de contraseñas, cómo funcionan y por que deberías empezar a usar uno desde ya.
Qué es un gestor de contraseñas
Como decía antes, un gestor de contraseñas es un programa donde guardas todas tus contraseñas, y las puedes consultar en el momento en que necesites usar una. Las contraseñas se almacenan en una base de datos cifrada, y protegida mediante una única clave maestra, que es la que debes recordar.
Cuando necesites una de tus contraseñas, no tienes más que abrir el gestor con la clave maestra, buscar la contraseña, y copiarla y pegarla en el lugar correspondiente.
Los gestores de contraseñas han evolucionado mucho en los últimos años. La mayoría de ellos han pasado de ser un simple programa de ordenador a tener versiones para móvil y poder sincronizar su contenido a través de Internet, de forma que siempre podrás tener todas tus contraseñas a mano, estés donde estés. Algunos incluso se integran con el navegador, lo que les permite rellenar automáticamente el campo de contraseña nada más visitar la web correspondiente.
Cómo te protege un gestor de contraseñas
Las ventajas de usar un gestor de contraseñas son evidentes: no necesitas memorizar todas tus claves, porque ya lo hace el programa por ti. Por tanto, ya no repites la misma contraseña para varios servicios, lo que mejora tu seguridad online.
Además, como la gran mayoría de ellos incluye también un generador de contraseñas, tiendes a usar claves más seguras (más largas, mezclando letras y números con todo tipo de símbolos) y por lo tanto más difíciles de descubrir.
Es cierto que empezar a usar un gestor de contraseñas es complicado en los primeros momentos, cuando tienes que aprender a utilizarlo y, sobre todo, introducir todas tus contraseñas en él. Pero una vez superado este escollo inicial, merece mucho la pena.
Qué gestor de contraseñas usar
Hay tantos y tan variados que es difícil recomendar uno. Tienes KeePass, LastPass, Dashlane, SplashID o 1Password. Personalmente he probado los dos últimos durante mucho tiempo, y al final me he quedado con 1Password. Pero lo bueno es que puedes probarlos todos (incluso los que son de pago tienen versiones de prueba) y ver cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Keepass, por ejemplo, guarda todas las contraseñas localmente (para quienes no se fíen de «la nube») pero claro, eso implica que las tienes que sincronizar manualmente. Dashlane, por otro lado, incluye un montón de funcionalidades interesantes (apps para un montón de plataformas, extensiones de navegador, analizador de la seguridad de tu contraseña, cambiador automático de contraseñas cada pocos meses…) pero sólo es gratis si lo usas en un único dispositivo – si quieres usarlo en más de uno, necesitas la versión Premium. 1Password, por su parte, también tiene clientes para varias plataformas, y la app de iPhone está especialmente bien diseñada – se puede desbloquear con TouchID y se integra con otras apps de iPhone que requieran contraseña, por ejemplo.
Más sobre contraseñas
Si te interesa este tema, aquí puedes comprobar la seguridad de tus contraseñas, y aquí hay varios consejos sobre cómo crear contraseñas seguras y fáciles de recordar.
Pero, sobre todo, ¡empieza a usar un gestor de contraseñas!
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