Según nos vamos haciendo mayores, vamos siendo más conscientes del paso del tiempo y de la rapidez con la que parece transcurrir. En general todos nos hemos interesado por el tiempo en alguna ocasión.
En este mundo digital y conectado en el que vivimos a veces es bueno poder contemplar el paso del tiempo de forma totalmente tradicional, como cuando miras caer la arena de un reloj de arena. Y precisamente este reloj de arena cumple perfectamente esa función añadiendo ademas la fascinación propia del magnetismo.
Si lo usas separado de su base metálica, se comporta como cualquier otro reloj de arena. Pero si lo pones encima de dicha base verás cómo la arena que contiene – que en realidad son diminutos fragmentos metálicos – comienza a formar extrañas figuras gracias al magnetismo.
Cada minuto que pasa las figuras serán diferentes y el paso del tiempo tendrá su especial forma. Por 11 euros más gastos de transporte es una objeto interesante para tener en el escritorio y dejarte conquistar sencillamente por el paso del tiempo.
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