Tener Internet en casa se ha vuelto algo casi imprescindible. ¡Casi tanto como la electricidad, el agua o el gas natural! Ya no sólo forma parte de nuestro entretenimiento, sino que desde hace un par de años, con la pandemia, se ha vuelto aún más importante. Con la cantidad de gente que hace teletrabajo, o clases a distancia, Internet es un suministro básico más de muchos hogares.
Hoy en día hay tantas operadoras de Internet, y cada una de ellas con un montón de ofertas diferentes, que a veces puede resultar difícil escoger una. Si estás justo en la situación de tener que contratar una conexión de Internet para casa y no tienes muy claro por dónde empezar, quizás este artículo te sirva de ayuda.
¿Qué tipo de conexión necesitas?
Uno de los primeros puntos que debes tener en cuenta es el tipo de conexión que buscas para tu Internet de casa. Las más comunes hoy en día son el ADSL y la fibra óptica, pero no son iguales. Elegir una u otra depende de tus necesidades y de lo que buscas en tu conexión.
La primera diferencia es la cobertura. Por ejemplo, la cobertura de fibra óptica no es igual en todas las ciudades, ni siquiera en todos los barrios dentro de una misma ciudad. Por otro lado, el ADSL, a pesar de ser más fácil de contratar en principio, no ofrece tanta velocidad ni es tan estable.
¿Cuánta velocidad contratar?
Una vez has decidido el tipo de conexión que quieres, otro punto básicos es escoger la velocidad. De nuevo, esto también depende de las necesidades que tengas. ¿Sueles jugar online, o ver series y películas en streaming en más de un dispositivo a la vez? No te la juegues, contrata la mayor velocidad que puedas permitirte.
Una conexión a Internet de alta velocidad no sólo hace que tus descargas o transmisiones online sean más rápidas, sino que tiene más soporte para múltiples dispositivos simultáneos. Además, si quieres que esa conexión sea aún mejor, revisa también que tu operadora ofrezca velocidad simétrica: es decir, que la velocidad de subida y bajada de datos sea la misma.
¿Qué router te va mejor?
La mayoría de la gente suele quedarse con el router que viene incluido en tu pack de conexión, pero no tienes por qué hacerlo. Debes tener en cuenta aspectos como qué tipo de uso le vas a dar a tu conexión a Internet, cuántos dispositivos la van a usar, o incluso si se conectarán niños. ¡Porque hay incluso routers con funciones de control parental!
También es importante saber con qué opciones de seguridad cuenta (cifrado y demás) para proteger tu conexión de posibles intrusos… o del vecino que te quiere robar el wifi.
Soporte técnico, permanencia y demás
Dejando de lado las cuestiones más técnicas, como son las que hemos ido repasando hasta ahora, hay otros puntos importantes que debes tener en cuenta a la hora de contratar una conexión a Internet en tu casa. Cosas como por ejemplo el soporte técnico que da la empresa, si hay algún tipo de permanencia (y la penalización si te vas antes de que se cumpla), o si te ofrecen algún otro servicio extra.
Considerando todos estos elementos con detalle, seguro que das con la conexión perfecta para tu casa, y puedes empezar a disfrutar de todo lo que nos ofrece Internet hoy en día.
Fotos de Greta Hoffman y Tatiana Syrikova en Pexels