Una agencia rusa que se dedica a realizar experimentos interactivos bajo en enigmático nombre de La Familia ha hackeado un control de movimiento Leap Motion para poder convertir casi cualquier superficie en sensible al tacto.
O lo que es lo mismo, usando el sensor Leap Motion y su software especial es posible detectar cualquier movimiento en cualquier superficie, y por lo tanto tener una interfaz controlada por el tacto en la pared, en unas latas de cerveza o lo que se nos ocurra.
Puede parecer extraño de entrada, pero si le echas un vistazo al vídeo queda bastante más claro.
Hoy en día se pueden conseguir resultados parecidos con cosas como el Kinect de Microsoft – e incluso con sensores más sofisticados – pero la gracia del experimento de La Familia es su software, que consigue interpretar todo tipo de gestos y hacerlo con un sensor bastante sencillo.