Uno de los mayores inconvenientes de viajar son los controles de seguridad en el aeropuerto. Lo que hace unos años era simplemente pasar por un detector de metales se ha convertido ahora casi en un interrogatorio del FBI: quítate el cinturón, zapatos fuera, saca el portátil de la funda, no lleves líquidos de más de 100 ml…
Lo peor es cuando ven algo raro en tu maleta, y te apartan de la cola para obligarte a abrirla e inspeccionarla con más detalle. Algo que, si usas esta maleta, puede que te ahorres.
La maleta Vis-a-vis es una creación de la firma australiana de equipajes Crumpler, y está fabricada en policarbonato completamente transparente. El precio es ligeramente desorbitado (745 dólares australianos, unos 515 euros) pero supongo que es lo que hay que pagar por el diseño.
Desde luego, no es apta para los más celosos de su privacidad, porque dejar ver absolutamente todo el contenido de tu maleta: ropa, zapatos, cosas de aseo, regalos y por supuesto, tu ropa interior.
La maleta es de tamaño grande (es decir, no apta para llevar como equipaje de mano en la mayoría de aerolíneas de hoy en día) y cuenta con cintas de seguridad para mantenerla bien cerrada durante todo el trayecto, asas acolchadas para llevarla cómodamente, y ruedas para cuando pese demasiado.
También dispone de un cierre TSA (muy recomendable si viajas a EE.UU. y no quieres que te rompan la maleta en un control aleatorio de equipajes), aunque dado que se puede ver todo desde fuera, tampoco lo veo muy necesario… Eso sí, ¡asegúrate de llevar toda tu ropa bien doblada!
