De un tiempo a esta parte hemos conocido las aplicaciones decorativas del ferrofluido y no paramos de verlo en diferentes productos. Como por ejemplo este expositor de zapatillas de Nike o Ferrolic, el reloj que nos encantaría tener para contemplar embobados el paso del tiempo.
Y como dice aquello de «si quieres caldo…» ahora estamos descubriendo toda una explosión de productos basados en el ferrofluido. Y teniendo en cuenta lo hipnótico y estético que resulta seguro que tenemos tema para rato.
Ferroflow es un adorno de escritorio al estilo de las lámparas de lava que tan de moda estuvieron pero basado en el ferrofluido y con la gracia de ser automático e interactivo.
Ferroflow contiene dos superficies cubiertas de ferrofluido separadas que cobrarán vida cuando se activen los imanes que hay en su interior. Tiene dos modos de funcionamiento: puedes usar el regulador de la parte superior para un ajuste más manual o bien tocar cualquier superficie metálica del dispositivo para que se ponga en marcha el modo automático.
El movimiento y las formaciones que se van creando te mantendrán absorto durante horas, convirtiéndose en una buena distracción relajante para tener en el escritorio.
Ferroflow tiene una página web dedicada donde se explican todos los detalles que os hemos comentado y muchos más. Y si quieres reservar uno tendrás que ir a su página de Kickstarter.
En el momento de escribir este artículo, el proyecto acaba de superar el dinero que necesita para ser fundado, y quedan algo más de 20 días de tiempo.