Hace unas semanas hablaba de Sobro, una mesa de centro muy geek que convierte la típica superficie donde dejar el mando de la tele en algo mucho más sofisticado. Pero seguro que al verla, más de uno ha echado en falta una opción: la de tener videojuegos integrados. Pues bien, vuestras plegarias han sido escuchadas…
Aquí tienes una mesa de centro que lleva integrado el videojuego PONG, el clásico título de Atari de la década de los 70. Es una mesa de tamaño reducido (49 cms de altura, 121 cms de anchura y 71 cms de profundidad), ideal para colocar delante del sofá como mesita auxiliar. Pero además de poder dejar encima de ella el mando de la tele o alguna revista, podrás usarla para echarte unas partidas de PONG con tus amigos.
La mesa está dotada de motores eléctricos y una estructura de imanes y campos magnéticos que permite emular la experiencia de juego de la popular arcade en el salón de tu casa, incluyendo efectos de luz y típicos sonidos retro. Es la transformación perfecta de un videojuego en un objeto físico. La mesa cuenta además con la licencia oficial de Atari.
Además de servir como entretenimiento para tus invitados, esta mesa de PONG también tiene otras utilidades interesantes. Su pantalla incluye un reloj digital, permite hacer streaming de música desde t móvil gracias a su Bluetooth integrado, y cuenta además con cuatro puertos USB para cargar todos tus gadgets mientras juegas.
Es más, puedes incluso pedir un modelo que cuente con una ranura de monedas totalmente funcional, y recuperar así parte de tu inversión.
De hecho lo de las monedas no es mala idea, porque la mesa no es precisamente barata. En su página de Kickstarter, la oferta más barata son 990 dólares (unos 929 euros), siempre y cuando vengas «recomendado» por otra persona que también haya puesto esa cantidad.
La campaña de financiación colectiva ya consiguió su objetivo monetario, y los creadores de la mesa de PONG esperaban poder empezar a enviar las primeras unidades a finales de 2017. Sin embargo, parece que la cosa se ha retrasado unos meses. Esperemos que pronto podamos verla hecha realidad.
