Quizás te hayas preguntado alguna vez qué pasa con tus cuentas de redes sociales cuando mueres. Lo cierto es que cada una ha organizado este tema a su manera con más o menos éxito: desde Twitter, que te pide un montón de documentación vía correo ordinario, hasta Google, que hace tiempo que tiene implantado su sistema de gestión de cuentas inactivas.
Hace poco Facebook decidió hacer algo parecido y creó el llamado Contacto de legado, que ahora ya está disponible también en España. A través de esta función, Facebook te permite elegir a un familiar o amigo cercano como responsable de gestionar tu perfil de Facebook después de que fallezcas – aunque con ciertas limitaciones y características especiales.
Para elegir a dicha persona, tienes que ir a las opciones de configuración de Facebook (abriendo el menú de la esquina superior derecha en su web), luego a la sección Seguridad y allí hacer clic en Contacto de legado. Podrás elegir a una persona para que gestione tu cuenta de Facebook, o simplemente marcar tu cuenta para que se borre de forma permanente.
Llegado el momento, tu contacto de legado deberá solicitar la conversión de tu perfil de Facebook en una cuenta conmemorativa. Éste es un tipo de cuenta especial para personas fallecidas, con ciertas características. Por ejemplo, aparece la frase «En memoria de» al lado del nombre, y son perfiles que no aparecen en espacios públicos, ni anuncios, ni recordatorios de cumpleaños.
Una vez creada la cuenta conmemorativa, tu contacto de legado podrá hacer lo siguiente, entre otras cosas:
- Escribir una publicación en tu perfil (por ejemplo, para compartir un último mensaje en tu nombre).
- Responder a nuevas solicitudes de amistad.
- Actualizar tu foto del perfil y tu foto de portada.
Aunque también habrá ciertas cosas a las que no tendrá acceso, o que no podrá hacer en tu nombre:
- Iniciar sesión en tu cuenta.
- Eliminar o cambiar publicaciones o fotos antiguas que hayas compartido.
- Leer mensajes que hayas enviado a otros amigos.
- Eliminar personas de tu lista de amigos.
De esta forma, tu cuenta de Facebook no quedará abandonada sin más, y podrás irte al más allá con la tranquilidad de que alguien la gestiona por ti – o de que simplemente desaparecerá, si decides optar por la alternativa de eliminar la cuenta.