La consola
Empezaremos hablando de la Nintendo 3DS XL en sí. La versión «con esteroides» de la Nintendo 3DS original supone una enorme mejora en cuestión de pantalla. Es apenas un par de centímetros más alta y más ancha que la estándar, pero al tener un marco más reducido en la zona superior, la pantalla es un 90% más grande. Esto se agradece, y MUCHO, cuando estás jugando: más comodidad, vista menos forzada, menos cansancio tras largos ratos de juego, etc.
Me ha resultado curioso comparar la 3DS XL también con la DSi XL. A pesar de ser dos consolas «XL», la 3DS es más fina y un poco más pequeña. Se ve que Nintendo ha mejorado su capacidad tecnológica y de diseño entre los lanzamientos de sus dos consolas portables de tamaño extra.
Además de la pantalla, que para mí sin duda es la mejora más destacable y por la que merece más la pena esta consola, la Nintendo 3DS XL ofrece también más capacidad de memoria (con tarjetas SD de hasta 4GB) y de batería (hasta 6 horas y media de juego). También mantiene características de la 3DS estándar como conectividad WiFi, cámara de fotos integrada y el joystick circular, que me ha parecido increíblemente cómodo.
Las coincidencias continúan en el software instalado en ambas consolas (3DS y 3DS XL), con el que podrás crear e intercambiar Miis (los avatares de Nintendo), bajar juegos de la Nintendo eShop, hacer fotos, navegar por Internet, intercambiar mensajes con tus amigos, y mucho más.
El juego
Super Mario Land 3D fue el primer juego diseñado para la Nintendo 3DS, y en su versión XL luce mejor que nunca. Sus gráficos alegres y llenos de color aprovechan al máximo la generosa pantalla de la XL y lo convierten en un juego apto para todas las edades: lo suficientemente fácil para niños, con el nivel perfecto de adicción para jóvenes y, para los que ya tenemos una edad, con elementos de aventuras pasadas de Mario que nos pondrán en la cara una bonita sonrisa nostálgica.
La historia de esta nueva aventura de Mario no sorprenderá a nadie que ya haya jugado a algún título del famoso personaje de Nintendo: la Princesa Peach ha sido secuestrada por el malvado Bowser, y Mario tiene que recorrerse casi un centenar de niveles repartidos en 16 mundos para poder rescatarla. Como ves, tienes diversión para rato.
Tengo que confesar que cuando empecé a probar este juego no las tenía todas conmigo. Se me dan muy mal los juegos de plataformas y suelo abandonarlos enseguida, pero con Super Mario Land 3D me ha pasado todo lo contrario: estoy enganchada como el primer día. ¿El secreto? Por un lado, los niveles son relativamente fáciles de superar, incluso para una torpe en las plataformas como yo. Por otro lado, su duración es bastante ajustada; de hecho, Nintendo dice que están diseñados para que duren «dos paradas de metro», con la intención de que la gente se lleve su Nintendo de paseo y juegue con ella también en la calle.
Ojo, con esto no quiero decir que el juego sea demasiado fácil. Una cosa es pasarte un nivel, y otra muy diferente recoger todas las monedas, matar a todos los enemigos y localizar las tres medallas de estrella que son necesarias para desbloquear ciertos niveles en el juego. Es decir, Super Mario Land 3D es fácil de superar, pero no tan fácil si lo quieres hacer realmente bien.
Pero si hay algo que destaca de este juego es el regreso de elementos de aventuras pasadas de Mario, como un guiño a aquellos que llevamos unas cuantas décadas jugando a juegos de Nintendo. El mejor de todos ellos, el traje de tanuki, una especie de mapache japonés, que le da a Mario la capacidad de flotar y de atacar a los enemigos con su cola.
También encontrarás otros elementos clásicos en los juegos de Mario que te ayudarán a superar niveles, como la flor que te permite escupir bolas de fuego o la caja helicóptero para volar hasta las plataformas más altas. Y si realmente te quedas atascado en un nivel, no te preocupes: si mueres cinco veces en el mismo nivel, el juego pone a tu disposición el traje especial de tanuki blanco, que te hace invencible; y si mueres diez veces, verás el ala de poder, que te llevará directamente al final, cerca de la bandera.
En cuanto a jugabilidad, Super Mario Land 3D es una verdadera delicia para la Nintendo 3DS XL. He probado el juego también en la 3DS estándar, pero la pantalla XL me resulta demasiado atractiva. El juego luce mucho más y puedes apreciar mejor los detalles. El control con el joystick circular es soberbio (para mí, mucho mejor que el d-pad) y el no tener que depender del stylus lo hace un juego cómodo y muy apto para llevar contigo donde quieras.
Respecto al efecto 3D en sí, lo cierto es que al principio cuesta cogerle el truco, sobre todo si no estás acostumbrado al 3D. Pero a medida que vas jugando te das cuenta que te facilita los movimientos en determinados niveles del juego, especialmente pensados para un entorno tridimensional.
En esta pantalla, el efecto 3D te ayuda a encontrar el camino correcto a la estrella
Si prefieres jugar sin 3D, un truco para no liarte demasiado es prestar atención a las sombras que proyectan los objetos para calcular exactamente su posición dentro del nivel – y que no te pase eso de saltar para golpear una caja y no acertar ni a la de tres.
Otra cosa que me ha hecho gracia es el aprovechamiento del giroscopio y el acelerómetro de la consola para acciones determinadas del juego, como usar unos prismáticos o lanzar a Mario con un cañón.
En resumen, Super Mario Land 3D es una aventura divertida y alegre, con el nivel de dificultad justo para superarlo y con muchas posibilidades para romper tus récords personales. Es ideal para fans de Mario por la cantidad de guiños a la saga del famoso personaje de Nintendo, y también para aquellos que no sean muy habilidosos con las plataformas. En definitiva, un juego – y una consola – más que recomendables.