Hace un tiempo comentábamos algunos consejos básicos de seguridad para Android, y uno de los puntos clave eran los permisos que se les dan a las apps que instalas. Estos permisos, a los que a menudo no se les hace caso, son un punto importante en tu privacidad y seguridad, puesto que de ellos depende que una app pueda acceder a información personal.
Así que para saber exactamente qué son, cómo funcionan y qué significa darle o no permiso a una app, no está de más que repasemos todos los conceptos clave de los permisos en Android.
¿Qué son los permisos?
Los permisos son simplemente privilegios que cada app que instalas en tu Android debe solicitar si quiere tener acceso a determinada información en tu móvil. Por ejemplo, Google Maps pedirá permiso para conocer tu ubicación, e Instagram hará lo mismo para acceder a tus fotos.
Hasta aquí todo normal. Lo «malo» es que en tu móvil guardas mucha información confidencial (desde la ubicación y las fotos que acabo de mencionar, hasta tus emails, tus contactos o tus perfiles de redes sociales), y esos datos pueden ser muy atractivos para ciertos desarrolladores de apps.
En ese sentido, es totalmente lógico que una app de mapas pida acceso a tu ubicación; pero si lo hace una aplicación de calculadora, por decir un ejemplo, deberías sospechar.
¿Cómo sé qué permisos tiene cada app?
Si ya tienes la aplicación instalada, puedes comprobarlo desde Ajustes > Aplicaciones, yendo a la app en concreto y haciendo scroll para ver los permisos que tiene.
Si es una app que vas a descargar desde la Play Store, antes de la instalación verás una ventana donde se especifican los permisos que dicha app necesitará.
La diferencia está en la versión de Android que tengas. Para todas las versiones de Android anteriores a la Marshmallow (Android 6.0), los permisos eran cuestión simplemente de «sí» o «no». O bien los aceptabas todos de golpe, o bien no podías instalar la app.
A partir de Android 6.0, sin embargo, la gestión de permisos es mucho más flexible, y es posible aceptar algunos permisos y denegar otros con los que no estés tan seguro.
¿Qué permisos me voy a encontrar?
Veamos cuáles son los tipos de permiso más comunes que puedes encontrar, y qué significa cada uno de ellos:
- Permiso para compras in-app. Es probablemente uno de los más comunes, ya que prácticamente todos los juegos gratis de móvil hoy en día tienen compras integradas. Aquí sólo conviene que vayas con ojo para que los niños no puedan hacer compras sin permiso.
- Acceso a la cámara. Un permiso que se puede esperar de cualquier app relacionada con fotografía.
- Acceso al micrófono. Esto da acceso total al micro del dispositivo para poder grabar audio.
- Acceso a la ubicación. Un permiso que permitirá a la app en cuestión determinar tu ubicación actual, ya sea mediante triangulación wifi o usando la tecnología GPS.
- Almacenamiento. Un permiso que autoriza a las aplicaciones a leer ficheros, guardarlos o ambas cosas.
- Acceso a cuentas del dispositivo. Este permiso es el que facilita, por ejemplo, que puedas acceder a una app con tus datos de Google o Facebook.
Entonces, ¿doy o no doy permisos a mis apps?
La pregunta del millón. Como en muchas otras cosas relacionadas con la seguridad, se trata de una cuestión de sentido común y sensatez. Si te instalas una app de fotografía, es normal que pida permisos para usar tu cámara y acceder a tu álbum de fotos. En cambio, si una app de linterna pide acceso a tus contactos, lo más lógico sería no dárselo – porque no tiene sentido que lo haga.
Personalmente, prefiero ser más bien precavida y no dar permisos (o directamente no instalar la app) si no acabo de entender las razones por las que pide ciertos privilegios. Como siempre, lo más recomendable es ser un poco escéptico y no pecar de inocente, y sobre todo, prestarle a los permisos de Android la atención que se merecen.