Hay una cita que corre por Internet que dice que «la vida es demasiado corta para quitar el USB con seguridad».
Se trata de una referencia chistosa al hecho de que cada vez que queremos desconectar una unidad USB del ordenador, tenemos que hacerlo de forma segura, es decir, siguiendo el correspondiente menú en Windows.
Pero, ¿realmente esto es tan importante? ¿Qué quiere decir eso de «de forma segura» ¿Qué puede pasar si quitamos el USB sin más? Hoy he leído un artículo en Gizmodo que lo explica bastante bien, y me ha parecido interesante compartirlo aquí.
Un poco de historia
Para un sistema operativo, una unidad de disco externa (como por ejemplo un disquete, un CD o una memoria USB) debe ser algo estable, que no desaparece de repente cuando un programa está leyendo o escribiendo datos en ella. De hecho, en el caso de la escritura de datos (es decir, cuando grabas ficheros en el USB), dichos datos pueden perderse del todo si lo extraemos en medio de la operación.
En los ordenadores de hace unos cuantos años, existía un proceso formal mediante el cual «montabas» y «desmontabas» una unidad externa. Al montar una unidad, estabas indicando al sistema que esa unidad existía y estaba lista para que los programas la usaran. Algunas unidades disponían incluso de un cierre físico que impedía extraer el disquete o CD del ordenador hasta que el programa de turno había terminado de usarlo. Y cuando acababas, el comando «desmontar» indicaba a los programas que tenían que dejar de acceder a esa unidad, porque iba a desaparecer del sistema.
¿Qué pasa si no extraes un USB de forma segura?
Hoy en día ese proceso de «montado» y «desmontado» se ha simplificado. No necesitamos pasar por ningún proceso para conectar un USB, y nada nos impide desconectarlo cuando nos dé la gana. Pero hacerlo sin ningún miramiento puede acarrear ciertas consecuencias.
Si no extraemos una unidad USB de forma segura, no estamos avisando a los programas que la pueden estar usando de que esa unidad va a desaparecer. Y podemos pillarlos en medio de un proceso de lectura o escritura de datos, con los consiguientes riesgos: pérdida de datos, errores, cuelgues del programa en cuestión o incluso de todo el ordenador – y tocará reiniciar.
Eso es precisamente lo que hace una extracción segura: avisar a los programas «ojo, este USB va a desaparecer». Así los programas acaban sus tareas y toman las acciones pertinentes. Y si queda algo pendiente, el sistema también puede avisar al usuario.
Es decir, no quitar un USB de forma segura no provocará un apocalipsis ni hará que tu ordenador explote. Pero sí te puede fastidiar bastante si pierdes un documento en el que has estado horas trabajando, o las fotos de tus últimas vacaciones.
Si sólo estás leyendo datos de una memoria USB, probablemente no sea necesario. Pero es una de esas buenas costumbres que no cuesta adquirir y que a la larga nos beneficia.
El problema es que puede haber programas en segundo plano accediendo a la unidad, y aunque poco probable, puede ocurrir que si estas escribiendo se corrompa la unidad, perdiendo todos los datos de la memoria, o incluso la memoria quede dañada irremediablemente.
Exacto, por eso es importante hacer el paso de extracción segura aunque a muchos les parezca un poco rollo 🙂
Ya he pasado por esa experiencia de estar trabajando en un documento y por la prisa guardo el documento y retiro la memoria usb sin quitarlo de forma segura y todo lo que he trabajado se pierde, desde ese entonces que siempre le doy en la opción quitar de forma segura.